Nº 82 - Despertando

Arrecia en el salitre
aquel sabor que me remite
al valle de tu boca.
Con este sabor entre mis labios,
recibo el aroma que penetra
en todos los poros de mi piel.
Y siento…
Siento profundamente,
como pronunciar el nombre
de este…
mi renovado Ser.
Suman las caricias
entre las olas
de este tu mar sereno,
que exhibe su horizonte
con placer imperecedero,
para que goce el fiel observador
de esta, tu humilde mansión.
Huele el perfume de la rosa,
escucha sus pétalos vibrar,
arranca de una vez su aroma…
nunca te arrepentirás.


Mensaje: Aquello que abre dimensionalmente nuestro corazón sin excepción, es el hecho de dar las gracias. Seamos más agradecidos cada día. Todo ocurre por algo. Da las gracias hasta a aquel que consideres tu peor enemigo, gracias a él, tú te estás elevando.