Nº 42 - Perdón

Suavidad venerada
que grita por los rincones,
que amarga la mirada
y aflige el alma dorada
de este amanecer.
Quebrantado por el recuerdo
de pálidos sucesos
que evitan el perdón…
que muere sin motivo
ni tampoco razón.
Perecen austeros,
los dormidos recuerdos,
sonetos inciertos
que anidan perversos
en ese rincón.
Descubre la herida
que pisa y abruma
que deja amargura,
y obtén el tesón.
La pasión de la dicha
la misma que escucha
que palpa y acaricia
tu dulce corazón…
y pide perdón.




Mensaje: No hay razón que no acompañe a un humilde perdón. Ya que si no es así, no hay razón ni tampoco hay perdón. Ahora ya tienes capacidad de entendimiento. Sólo te queda salir de tu mente y entrar en tu corazón.