Nº 41 - Palabras

Rescaté las crueles palabras
bajo el influjo de esa luna amarga
que un buen día nos unió.
Nos unió en la dicha,
perfecta y cándida morada
que a pesar del desespero nunca sucumbió.
Sucumbió finalmente helada,
marchita y algo doliente
por no saber perdonar.
Perdonar, esa vil traición
que no pude soportar
por no poder escuchar.
Escuchar tus crueles palabras,
infames verdades
que rugieron en mi corazón.
Corazón despiadado,
que muerto en un trance de congoja
no sabe respetar.
Respetar tu avaricia,
tu sagaz envidia,
tu portentosa apariencia
de caballero incapaz.
Incapaz de pedir perdón.
Incapaz de perdonar.
Sólo audaz de crueles palabras
que hablan de falsa bondad
para acabar crédula y marchita
por el recuerdo de tu voz pertinaz.
Sólo eran palabras…



Mensaje: Bellas, ostentosas y confusas, ellas, son las palabras, las que se vierten una y otra vez, por mucho que exista alguien que las quiera retener. Así son las palabras. Una vez las hemos vocalizado no se pueden recuperar. Según sean, así será de grande la herida o de bello el momento. Elije bien tus palabras.