Nº 37 - Espero

Sobre la arena cálida y oprimida,
espero…
Espero recuperar tu aliento.
Anhelo ese día conmovedor,
que traerá la dicha de mi alma
sedienta de amor.
Obedezco y espero,
mientras escucho atenta
el sonido de tus olas,
de esa marea dulce
que me transporta
y atrae los recuerdos.
Siento que espero,
más de lo que desearía.
Espero casi sin un halo de aliento
en mí Ser,
pero aún así conservo la fe
y espero.
Clavé mi mirada
en el horizonte azul del cielo,
en el mismo punto en el que se une
al océano de mi caballero.
Suspiro y espero.
No tengo por más que esperar…
Transcurre el día pálido
tal que mi faz,
hace siglos que espero.
Resisto a tu capricho,
al placer de tu morada
mientras sigo palideciendo.
Me detengo,
es la luna quien refleja su luz
en las sombras del cielo.
Me habla.
En un susurro amargo me dice,
que un hechizo ancestro
es quien me tiene presa.
Y sigue diciendo…
aparta tu mirada
de ese horizonte hiriente,
es banal tu espera,
pues no regresará el caballero.
E insiste…
anula el hechizo de tu desespero
y alienta el conjuro de la razón,
revierte la lucha
en cálido recuerdo.
Y entonces lloro…
No tengo por más
que ponerme a llorar
y dejar de esperar,
pues sé que es cierto…
él no regresará jamás.




Mensaje: Es en la espera, durante y cuando uno se recupera. Ahora bien, si es la transformación del entorno o de la pareja lo que esperas, estás en falso. Permite que cada uno sea quien es y sé tú mism@ quien has venido a Ser. Acéptate, es la única manera de que le aceptes a él/ella. Deja de esperar que sea el otro quien te complazca y encuentra la complacencia en ti mism@.