Nº 21 - Victoria

Silencio que no consigue calmar,
la tristeza que me embarga.
Inquietante oleaje,
siniestro,
que sacrifica una risa,
una caricia
y hasta un beso,
para regodearse en el dolor
de esa triste
y dura victoria del vencedor.
Exijo de nuevo
el cáliz de tu boca,
de tu aliento firme,
sereno,
sabio y sediento,
que me permite olvidar
para poder expresar
con libertad de pensamiento,
la lucha imberbe
de esta cruda batalla.




Mensaje: La verdadera Victoria permanece en el cese de la lucha, en el sabio desarme, en la aniquilación del camino del ego, en la página posterior. En esa, en la que no queda rastro de batalla.
Esa es tu Victoria. Sal de la herida. Entrégate. No queda otra.