La inspiración…

Con los pies llenos de arena, el salitre apelmazado en mi piel bronceada, camino, despacio, observando cómo mis huellas quedan atrapadas por unos segundos, hasta que una descarada ola se las lleva, para borrar mi paso por este curioso paraíso. Aún así, no consigo detenerme, es esa energía que fluye y se transforma de repente en un ánimo inusitado por dejar fluir las ideas que se agolpan en mi mente. Es algo singular que me ocurre a menudo y que mantiene su efervescencia cuando camino descalza, humedeciendo mis pies en esa espuma blanca que burbujea constantemente, colmándome de tranquilidad, provocándome un peculiar estado de clarividencia. Puedo ver las imágenes y palpar los sentimientos…